Existen diferentes tipos de superconductores, podemos clasificarlos en función de su comportamiento físico:
Superconductores de Tipo I. Estos materiales, como el mercurio y el plomo, muestran superconductividad a temperaturas extremadamente bajas y expulsan por completo los campos magnéticos de su interior. Lo hacen mediante el efecto Meissner.
Superconductores de Tipo II. Estos materiales mantienen sus propiedades superconductoras en un rango más amplio de temperaturas y permiten la penetración controlada de campos magnéticos.. Algunos ejemplos son el niobio y el titanio.
Otra forma de clasificarlos es según su temperatura crítica:
Superconductores de Baja Temperatura. Son los convencionales.
Superconductores de Alta Temperatura. Aunque todavía requieren condiciones frías, su capacidad para operar a temperaturas menos extremas los hace destacar. Incluyen compuestos de cerio y bario, desafiando los límites tradicionales de la superconductividad.
No es ciencia ficción, ¡es física!
Para entender verdaderamente el asombroso poder de los superconductores, debemos sumergirnos en la física que gobierna su extraordinario comportamiento.
El baile cuántico de los electrones: En el mundo de los superconductores, los electrones dejan de comportarse como individuos errantes y comienzan a bailar en armonía cuántica. A temperaturas muy bajas, forman "pares de Cooper", donde dos electrones se asocian en un estado cuántico conjunto. Esto permite que los pares de electrones se muevan a través del material sin obstáculos, evitando así cualquier encuentro con la resistencia.
Condensado de Bose-Einstein: La formación de los pares de Cooper da lugar a un fenómeno conocido como condensado de Bose-Einstein. En este estado cuántico, los pares de electrones ocupan el mismo estado cuántico y se comportan como una única entidad colectiva. Esto significa que pueden moverse a través del superconductor como una corriente continua sin ninguna disipación de energía. Es como si los electrones estuvieran todos en sintonía, siguiendo el mismo ritmo en una danza eléctrica perfecta.
Campo magnético cero: Un aspecto particularmente sorprendente de los superconductores es su capacidad para expulsar completamente los campos magnéticos de su interior. Esto se debe a la perfecta simetría cuántica dentro del condensado de Bose-Einstein. La ausencia total de resistencia permite que los campos magnéticos simplemente se deslicen fuera del camino, como si el superconductor dijera: "Aquí no hay lugar para ti, resistencia".
Este cambio en la dinámica de los electrones a nivel cuántico es lo que hace que la resistencia eléctrica se rinda ante los superconductores. En lugar de colisionar y disipar energía, los electrones se unen en una danza cuántica, permitiendo que la corriente eléctrica fluya sin restricciones. Este fenómeno desafía nuestras intuiciones sobre cómo debería comportarse la electricidad y nos abre las puertas a un mundo donde la eficiencia eléctrica alcanza niveles nunca antes imaginados.
Superconductores: los orígenes
El capítulo de los superconductores comenzó en 1911, cuando el físico neerlandés Heike Kamerlingh Onnes, trabajando con mercurio a temperaturas extremadamente bajas, hizo un descubrimiento asombroso. Al enfriar el mercurio con helio líquido, observó que la resistencia eléctrica desaparecía por completo. Este hallazgo inesperado marcó el nacimiento de la superconductividad. Fue como cuando Peter Parker descubrió sus poderes arácnidos tras ser picado por una araña radiactiva.
Teoría BCS: la fortaleza de los superhéroes
La teoría BCS fue la que vino a cambiarlo todo, la que dio un soporte teórico fundamentado a la existencia y comportamiento de los superconductores. Fue formulada por los físicos John Bardeen, Leon Cooper y Robert Schrieffer en 1957. Esta teoría revolucionaria de la superconductividad explicó por primera vez cómo los electrones pueden formar pares y exhibir comportamiento superconductor a temperaturas extremadamente bajas. La teoría lleva el nombre formado por las iniciales de los apellidos de sus tres creadores, y su formulación unificada proporcionó una explicación coherente de la superconductividad en términos de la mecánica cuántica. Bardeen, Cooper y Schrieffer fueron galardonados con el Premio Nobel de Física en 1972, gracias a la teoría BCS.
La teoría BCS se basa en el concepto de formación de pares de Cooper. A temperaturas muy bajas, los electrones en un material superconductor se emparejan formando "pares de Cooper", que son pares de electrones con momentos opuestos y espines opuestos. Estos pares de electrones se comportan de manera colectiva como bosones y forman un condensado de Bose-Einstein, un estado cuántico de la materia en el que todos los pares ocupan el mismo estado cuántico.
Este emparejamiento de electrones viene acompañado de una pérdida neta de la resistencia eléctrica porque, en lugar de interactuar de manera incoherente con los iones del cristal, los pares de Cooper se mueven de manera coordinada a través del material sin disipar energía.
¿Para qué sirven los superconductores?
Resonancia magnética (RM). . La ausencia de resistencia permite la creación de campos magnéticos intensos y estables, mejorando la calidad de las imágenes y proporcionando a los médicos una visión más clara y detallada del interior del cuerpo humano. La RM se ha convertido en una herramienta crucial para el diagnóstico preciso y no invasivo de diversas condiciones médicas.
Generación y transmisión de energía. Al eliminar la resistencia eléctrica, se reducen las pérdidas de energía durante la transmisión de electricidad a largas distancias. Esto no solo tiene el potencial de optimizar las redes eléctricas existentes, sino que también puede allanar el camino para sistemas de transmisión de energía más eficientes y sostenibles.
Trenes de levitación magnética (maglev). Estos trenes, que utilizan imanes superconductores para levitar sobre las vías, experimentan una fricción mínima, permitiendo velocidades increíbles y viajes suaves. Los maglev representan el futuro del transporte de alta velocidad, ofreciendo una alternativa eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Aplicaciones en jnvestigación científica. Equipamientos como los aceleradores de partículas utilizan imanes superconductores para generar campos magnéticos intensos necesarios para manipular partículas subatómicas a velocidades cercanas a la velocidad de la luz. Estos avances permiten la realización de experimentos avanzados que profundizan nuestra comprensión del universo.
Almacenamiento de energía y tecnologías futuras. A medida que la investigación en superconductividad avanza, nuevas aplicaciones emergen, como el almacenamiento de energía a gran escala y la creación de dispositivos electrónicos más eficientes.